domingo, 16 de enero de 2011

La Catedral de Zamora


La Catedral de Zamora en España, dedicada a El Salvador, se inscribe dentro del denominado Románico del Duero. Fue declarada Monumento Nacional por Real Orden de 5 de septiembre de 1889. Su planta es de cruz latina con tres naves de cuatro tramos, las laterales con bóveda de arista y la central de crucería simple. En el crucero se alza un cimborrio con un tambor de 16 ventanas sobre el que se levanta una cúpula de gallones revestidos con escamas de piedra y soportada con pechinas de clara influencia bizantina. Es el elemento más llamativo, bello y original del templo, y un verdadero símbolo de la ciudad.


INTRODUCCION HISTÓRICA

La ciudad de Zamora,junto al Duero, habitada al menos desde la eaa final de la Edad de Broncesore la que se asentará el oppidum vacceo de Ocelodurum, por el que discurririala calzada rmana de Mérida a Astorga.

Tras la invasión musulmana, la ciudad de Zamra fue abandonada hasta que en el 893 fue recuperada, reconstruida y repoblada por cristianos vasallos de Alfonso III, venidos estos del norte cristiano y de Al-Ándalus.
Durante el reinado de Fernando I la frontera será definitivamente consolidada, hecho que permitió la renovación de la población zamorana mediante una segunda repoblación y que la misma recibiera un breve fuero, además de ser entregada como señorío a favor de Urraca, la hija del monarca. Durante los reinados de Alfonso VI y Alfonso VII se consolidó la repoblación extramuros, lo que contribuyó definitivamente al progresivo auge de la ciudad de Zamora, hecho que impuso la necesidad de contar con una catedral acorde al rango e importancia que la misma había adquirido, idea que recibiría su impulso definitivo cuando la diócesis de Zamora consiguió definitivamente en 1120 su propia sede.
En el reinado de Alfonso VII, el edificio que servía de sede, San Salvador, seguramente levantado en el mismo lugar que hoy ocupa la catedral, parece que no reunía las condiciones necesarias, motivando que el rey en 1135 donase la iglesia de Santo Tomás para que provisionalmente hiciese las veces de catedral. Entre 1150 y 1160 se documentan importantes mandas a la seo y nueve años más tarde, en 1169 ya hay documentación que corrobora la existencia de un templo románico.

 ORIGEN Y CONSTRUCCIÓN





La construcción de la catedral se atribuye al obispo Esteban, sucesor de Bernardo, levantada seguramente sobre el local de la anterior, en lo mejor de la ciudad, junto al castillo, y patrocinada por Alfonso VII el Emperador y su hermana Sancha Raimúndez. Respecto a las fechas de inicio y final de las obras de la catedral, no hay acuerdo entre los autores.

DESCRIPCIÓN



El templo románico, tiene planta de tres naves, en origen tres ábsides y que se sustituyeron en el siglo XV por los actuales góticos y un crucero poco marcados en planta. Los transceptos se cubren con bóvedas de cañón apuntado, las naves laterales con bóvedas de arista capilazadas, y la nave central con bóveda de crucería tardorrománica o protogótica.
Sobre el crucero, apoyado internamente, se alza el cimborrio, que es un tambor perforado por 16 ventanas sobre el que se elevan las dos cúpulas, una interna semicircular, gallonada, y otra externa ligeramente apuntada. sus formas. Tiene planta de cruz latina, tres naves de cuatro tramos y tres ábsides que fueron sustituidos por una cabecera gótica en el siglo XVI. El exterior se ameniza con cuatro cupulines que sirven para reforzar las esquinas y cuatro frontones hacia los puntos cardinales que apuntalan la bóveda. Es, con su decoración exterior de escamas, el elemento más destacado del templo y un auténtico símbolo de la ciudad.
Hay que destacar también el coro, que fue construido entre 1512 y 1516 por Juan de Bruselas.
La torre del Salvador, de 45 m de altura, se construyó a lo largo del siglo XIII aunque el estilo es románico. En tiempos debió de estar almenada. Sirvió hasta el terremoto de Lisboa como cárcel del Cabildo.
Desde el claustro se accede al Museo catedralicio, que alberga una importante colección de tapices.

RETABLOS MAYORES



Ha tenido cuatro retablos mayores. El original románico fue sustituido por uno de estilo gótico hispano-flamenco, realizado por el pintor Fernando Gallego entre 1490 y 1494. Éste a su vez fue vendido en 1715 a la parroquia del pueblo de Arcenillas, por 3240 reales y algunas cargas de grano. Se desconoce cuántas tablas lo integraban, aunque se sabe que eran al menos 35. Con la desamortización 19 fueron a parar a manos del ejecutor de la misma en la zona, Manuel Ruiz-Zorrilla. En el inventario realizado en 1897 faltaba otra más, que no se había recuperado tras una exposición. El número continuó menguando con el paso del tiempo, pues de estas 15, cuatro fueron robadas. De las otras 24 tablas sólo se conoce el paradero de tres. La catedral había encargado a Gallego otro retablo para la capilla de San Ildefonso a finales de la década de 1470. El sustituto del retablo gótico fue un altar barroco del escultor Joaquin Benido Churriguera, de efímera vida, puesto que sufrió daños por el terremoto que el 1 de noviembre de 1755 arrasó Lisboa y a consecuencia de ello fue desmontado en 1758, siendo malvendido al año siguiente, parece ser que para hacer fuego, desapareciendo con ello la que según los datos que se conocen constituyó la obra cumbre de su autor. Lo sustituyó el actual, de mármoles y bronce dorado, diseñado en estilo neoclásico por Ventura Rodríguez, para el que se inspiró en el que había diseñado Sabatini para la Catedral de Segovia.

EPITAFIO DE LA INFANTA SANCHA RAIMUNDEZ


En el muro izquierdo del presbiterio de la Catedral se encuentra colocado un epitafio, por Alonso de Remesal, compuesto en 1620-1621, en el que se consigna que la infanta Sancha Raimúndez recibió sepultura allí:

"HIC IACET ILLUSTRIS DOMINA SANCIA INFANTISSA SOROR ADEPHONSI IMPERATORIS"

PUERTA DEL OBISPO





Es la pieza más valiosa de todo lo románico de la Catedral de Zamora, junto al cimborrio. La Puerta del Obispo es la única que se mantiene completa de las tres originales.


Se divide en tres calles que a su vez están divididas en dos pisos, los inferiores contienen sendos arquillos con lo mejor de la escultura románica zamorana, uno, con San Juan y San Pablo y otro con una Virgen Theotokos. En el siguiente piso sólo aparece una arquería ciega.
Recorren la fachada tres arcos ligeramente auntados que conforman el remate hastial, sobre los estribos y las dos pilastras acanaladas.